domingo, 12 de junio de 2011

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Los "indignados" de la puerta del Sol trabajan duro para levantar el campamento desde las 12:00 horas de este domingo, como ya decidieron en la asamblea celebrada el pasado día 8. Lo hacen en medio de un ambiente festivo y al grito de "no nos vamos, nos expandimos".

Despúes de cuatro semanas de acampada, el movimiento 15-M de Madrid decide “mudarse” a los barrios y pueblos de la comunidad y dejar en el km 0 un “puesto de información permanente” que construyen al mismo tiempo que van retirando lonas, estructuras y carteles.

“Hace dos días empezamos a organizar y a deshacernos poco a poco de lo que no fuera necesario para trabajar”, explica Ana, una de las indignadas de Sol. “El sábado empezamos a recoger y ahora viene lo gordo", continúa mientras va guardando en una bolsa los carteles que mandará al “archivo” de la acampada.

Ana cuenta que la última noche en Sol ha sido “maravillosa”. “No podíamos dormir, hemos pasado una noche como hacía tiempo que no pasábamos, se nos han olvidado los problemas y las inseguridades que fueron surgiendo al final” apunta.




"Nos vemos en los barrios"

Los "indignados" han recogido sus tiendas hasta la hora de comer, cuando todos han compartido una “comida popular” a la que cada uno ha llevado su plato y sus cubiertos. A lo largo de la tarde han disfrutado de actividades culturales y lúdicas como teatro y sesiones de música y baile improvisadas.

Pasadas las 17.00 horas ha comenzado con el retraso habitual la asamblea general informativa en la que todas las comisiones y grupos de trabajo han intervenido para exponer sus logros durante la acampada y sus metas de cara al futuro.

Durante el desfile de portavoces de cada grupo, la idea más repetida ha sido que el movimiento 15-M es mucho más que la acampada en Sol y que el trabajo pasa ahora a los barrios y pueblos. "Nos vemos en los barrios, nos vemos en las calles", han coreado varios de los participantes.

La mayoría de las comisiones continuarán su trabajo en centros como el Patio Maravillas, Casablanca o Tabacalera y seguirán reuniéndose en las plazas aledañas a Sol al menos una vez por semana.

Tras la asamblea general, ha comenzado la asamblea de Barrios y la fiesta terminará a las 00:00 horas de este domingo con un grito mudo y una cacerolada.




Sol seguirá siendo el centro de reunión

Las asambleas de este domingo no serán las últimas que tengan lugar en la céntrica plaza madrileña. Uno de los portavoces -que no quiere dar su nombre y se hace llamar Juan Nadie- afirma que las asambleas generales seguirán celebrándose en Sol.

“Aún no sabemos cuándo ni cada cuánto, pero lo justo es hacerlo aquí porque las asambleas son de la calle, de todo aquel que quiera participar”, explica.

En cuanto al trabajo que queda por delante, Juan Nadie afirma que cada comisión se organizará de forma independiente y que se crearán enlaces para poner en común el trabajo de todas ellas de cara a la asamblea general. "Creemos que podemos seguir comunicándonos y seguir trabajando sin Sol” apunta el portavoz.




“No podemos irnos, somos el ejemplo”

Sobre los "indignados" que decidirán quedarse pese al desmantelamiento, desde la organización indican que lo hacen “a título individulal” y que la postura del movimiento es apoyarles en caso de desalojo, siempre que mantengan una actitud pacífica.

Manuel es uno de estos jóvenes que creen que es un error irse ahora. “Mi opinión es minoritaria y no ha representado al movimiento, pero creo que si nos vamos perderá fuerza. Somos el ejemplo de otros países y otras ciudades”, explica Manuel.

Este "indignado" reconoce el desgaste del tiempo y no niega que ha habido problemas e incluso discusiones, pero cree que todo se ha resuelto siempre con rapidez y que no es motivo para desmantelarlo.

“Si están aguantando 30 personas en Menorca, ¿cómo nos vamos a ir nosotros?", continúa este joven que cree que el campamento debería mantenerse hasta que haya una señal de que los políticos empiezan a escucharles de verdad.



"Estos no tienen ninguna pinta de irse”

Los acampados han trabajado en el desmantelamiento sin mucha ayuda, rodeados de turistas, curiosos y comerciantes que respiran aliviados. “Hemos perdido el 70% de las ventas y he tenido que poner carteles ofreciendo un 25% de descuento para recuperarnos”, lamenta la dueña de una perfumería de la calle del Carmen.

Esta comerciante mantiene el apoyo que dio el primer día a las ideas y a la forma de manifestarse, pero no ve la hora de que la puerta del Sol quede despejada.

Otro de los comerciantes de la zona dice no estar "en contra de la acampada" pero matiza que "ha sido un mes y un mes es mucho para un comercio". El dependiente de uno de los quioscos de la plaza se queja de que desde que comenzó el moviento 15-M en Sol ha hecho un 50% menos de caja: "Ha sido otro mes de diciembre". 

En general, se muestran cautos y prefieren esperar hasta este lunes para ver si de verdad Sol recupera la normalidad y vuelve la clientela.

Mientras, un grupo de indignados recoge “deseos y sueños” para la “mudanza” del 15-M a los barrios y pueblos de Madrid. Recorren la puerta del Sol vestidos con camisetas blancas con unas letras en las que se puede leer: "mudanza 15-M".

Muchos curiosos que pasan cerca de la plaza parece que esperaban encontrase Sol ya sin ninguna tienda de campaña. “Estos no tienen ninguna pinta de irse” comenta con unas amigas un mujer mientras pasea por Sol.




 RTVE.es



 
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